Imperturbable, el árbol que me habita recrea
melodías de viento entre las hojas. Acompaña sueños,
aviva despertares.
De mis ramas desnudas, delicados encajes bordando.
Atiendo, sí, que el ave solitaria
encuentre aquí un lugar para quedarse,
o tal vez para regresar, si el tiempo no es adverso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario